Historias Para no Dormir

Antes de nada, quiero advertir a todo aquel que tenga el corazón frágil que lo que voy a contar aquí es una historía para no dormir, alucinante, pero inquietante a la vez, o sea que ya estas advertido.

Hace un tiempo que voy viendo noticias sobre parásitos. La gente normal puede pensar en los piojos y demás, que bueno, como mucho te chupan la sangre pero nunca te llegan a matar. Eso es light comparado con el tipo de parásitos que voy a mostrar, ya que se trata de parásitos que son capaces de controlar al huésped y hacerle creer otro tipo de realidad que ayudará al parasito a reproducirse.


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El primer parasito que vamos a mostrar es una especie de gusano que hace que el grillo modifique su comportamiento hasta llegar a sucidarse lanzandose al agua para que la lombriz pueda salir del cuerpo a buscar a más inquilinos.



Fijaros como es capaz de escapar de un grillo al que se han comido, realmente asqueroso:



El siguiente invitado no es una lombriz, es un hongo, que parasita hormigas. Despues de nutrirse todo lo que puede de la pobre hormiga, le hace creer que debe subir lo más alto que pueda a un arbol, ponerse boca abajo y morder un tallo o hoja y morir así. Entonces el hongo saca sus frutos y lanza sus esporas para tratar de infectar el mayor número de hormigas. Esa antenita que le sale a la pobre hormiga es el hongo...



Sacado de aquí: neurophilosophy

Pero la cosa no acaba aquí, hay otro parasíto más en nuestra lista, un mal bicho que si consigue pegarse al caparazón de algún cangrejo este lo tiene crudo... Empieza a crecer por todo su cuerpo y alimentandose de los jugos del cangrejo. Una vez ya esta maduro, si el cngrejo es hembra le hace creer que tiene huevos (que en realidad es un saco de larvas que crea el parasito), y esta los protege. Si el huesped es un macho, lo castra y le hace creer que es una hembra, con el mismo resultado. Para ampliar más la interesante vida de este parásito podéis ir a la web de donde lo he sacado, que hay imagenes y una explicación más detallada.

El último ya, por asqueroso, se queda aquí, al fondo, es un gusano que infecta a los caracoles. Les hace subir a los árboles y dejarse comer por los pajaros. Deja los huevos en las deposiciones de los pajaros, y cuando un caracol se lo come, vuelve a empezar el ciclo.